Cuando se trata de la seguridad de frenado, la calidad del líquido para frenos es de suma importancia. En Tubocoler contamos con herramientas que analizan el estado de este líquido para que usted cuente con la seguridad que se merece.
Todo líquido de frenos debe indicar al menos su punto de ebullición en seco, que corresponde a cuando se encuentra en condiciones óptimas, así como también el punto de ebullición en húmedo, que corresponde a cuando ha absorbido agua.
Las burbujas que se generan en el líquido de frenos son muy peligrosas. Es por eso que se recomendamos cambiar el líquido para frenos cada 20.000 km o al menos una vez al año, dado que el mismo absorbe la humedad del medio ambiente.